sábado, 23 de mayo de 2015

Estambul: Saltando de Europa a Asia



Últimamente le hemos pillado el gusto a esto de hacer stopovers o layovers en nuestros viajes, para así sacarle provecho a las escalas para conocer nuevos destinos a mitad de camino. Cuando buscamos opciones para volar a Tel Aviv para visitar a un amigo nuestro, tuvimos la suerte de encontrar una ruta Madrid - Tel Aviv haciendo parada en Estambul, una ciudad a la que le teníamos muchas ganas.

Repartida a ambos lado del estrecho del Bósforo, Estambul es la ciudad transcontinental más famosa del mundo, quizás no sólo por la particularidad de encontrarse repartida entre Europa y Asia, sino por su riqueza cultural, su enorme valor histórico y la mezcla entre arquitectura bizantina y otomana que forman un skyline único y muy fotogénico.

Llegamos a Estambul a primera hora de la tarde y contratamos un transfer desde el aeropuerto a nuestro hotel; la ciudad tiene una oferta hotelera para todos los gustos y presupuestos: desde grandes hoteles de lujo en palacetes a orillas del Bósforo a hostales de mala muerte en casuchas de madera. Nosotros decidimos alojarnos en un bed and breakfast en la zona céntrica de Sultanahmet, para poder estar a pocos pasos de las visitas obligadas del centro histórico. El hotel era un negocio familiar (la madre del gerente preparaba el desayuno turco casero por las mañanas) en un edificio tradicional turco reformado, limpio y con las comodidades necesarias.

Una vez dejadas la maletas en el hotel, comenzamos nuestra ruta por la ciudad y lo primero que pudimos darnos cuenta es que en los mapas y aplicaciones móviles todo se ve bastante cerca, pero hay que tener en cuenta el relieve. El casco histórico de Estambul se encuentra sobre una colina y para ir de un punto a otro es posible que te toque subir y bajar empinadas calles adoquinadas, por lo que es desaconsejable llevar equipaje, carritos o similiares. A continuación os listamos algunos de los lugares más destacados que visitamos en la ciudad:

  • Mezquita Azul (Sultanahmed Cami)

Fachada interior de la mezquita azul

Vista de la mezquita desde los jardines

La mezquita azul es, junto a Santa Sofía, uno de los monumentos que definen a Estambul, y basta con estar frente a la imponente estructura con sus 6 minaretes (nosotros sólo pudimos ver 5, porque uno de ellos estaba siendo reformado) para entender el por qué.

Ordenada a construir por el Sultán Ahmed I (de ahí el nombre) en 1609 frente a la basílica de Santa Sofía para competir con ella es una muestra de la unión de arquitectura bizantina y otomana.

Detalle del interior de la mezquita

El interior de la mezquita se encuentra cubierto por azulejos de cerámica y pinturas azules y destaca su mihrab de mármol.

  • Santa Sofía (Hagia Sophia / Ayasofya)

Hagia Sophia

Frente a la mezquita azul, y separadas por un jardín con varias fuentes, se encuentra la otra joya de Estambul: la basílica bizantina de Santa Sofía. Como bien sabréis Estambul (antiguamente Constantinopla) fue capital del imperio romano de oriente, fue cuna del estilo bizantino y Santa Sofía es uno de los edificios más representativos de la arquitectura bizantina.


Detalle del interior

Mihrab

Originalmente fue construida como catedral, pero tras la conquista de Constantinopla por parte de los otomanos, el edificio fue convertido en mezquita, y a día de hoy se trata de un museo donde se pueden observar las peculiaridades de su adaptación a mezquita (por ejemplo, el mihrab no está centrado pues no fue construida orientada a la Meca), y la conservación de algunos elementos de su pasado como catedral ortodoxa, como los mosaicos de su planta alta y cúpulas con imágenes de Jesús, María y otros santos.

Uno de los mosaicos bizantinos que han sido conservados

Hay que mencionar que al tratarse de un museo, la entrada cuesta 30 liras turcas, pero sin duda alguna merece la pena pagar por ver esta muestra de historia y arte.

  •  Gran Bazar


Gran Bazar

Mercado de las especias

Un entramado techado de tiendas varias que van desde las típicas de souvenirs hasta tiendas de gemas y piedras preciosas, pasando por bisutería, cashmere y múltiples imitaciones de marcas de renombre. Cabe de más destacar que la norma en el bazar es el regateo, así que la regla de oro es nunca aceptar el primer precio ofrecido. Desde el gran bazar bajamos por una calle llena de tiendas también que nos acabó dejando en el mercado de las especias, donde se pueden comprar frutos secos, especias (por supuesto), baklavas y caviar.

  • Cisterna Basílica (Yerebatan Sarayı)


Interior de la cisterna

Muy cerca de Santa Sofía, visitamos el museo de la cisterna basílica que es exactamente lo que el nombre indica: una cisterna de la época bizantina utilizada para abastecer de agua a la ciudad. Llama la atención la magnitud de la construcción para la época en la que fue construida, y las columnas con sus capiteles (la mayoría de ellos corintios), y las dos famosas columnas cuyas bases son cabezas de medusa, una de lado y la otra cabeza abajo, cuyo origen no está muy claro. La entrada cuesta 20 liras.

Cabeza de medusa boca abajo

Cabeza de medusa de lado


  • Palacio Topkapi (Topkapı Sarayı)


Palacio Topkapi

El palacio de Topkapi fue residencia del sultán y centro administrativo del imperio otomano durante varios siglos. Se trata de un complejo bastante grande con varios jardines, edificios, salas y pabellones; además contiene exposiciones de joyas, armas, vestimenta e incluso reliquias de Mahoma y otros profetas. Desde uno de los límites del palacio se tienen buenas vistas del Bósforo y del lado asiático de la ciudad, y desde la zona norte del palacio, del cuerno de oro y del barrio de Galata.

Uno de los edificios dentro del palacio

Vista del Bósforo y el lado asiático desde el palacio


La entrada al palacio cuesta 30 liras turcas e incluye acceso a todos los jardines y edificios principales con excepción de la habitación del sultán y el harén (cuya entrada cuesta otras 15 liras turcas).



Güle Güle!

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4 comentarios:

  1. Lo mismo hago yo, si se puede hacer provecho mejor, no me gusta parar en una ciudad dos horas si nunca la he visto, tengo demasiada curiosidad por ver lugares nuevos!
    www.travelera.es

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    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    3. ¡Bienvenida Travelera! Gracias por el comentario.
      Últimamente procuro que las escalas me den para conocer los sitios con calma, pero si no es posible y tengo sólo unas horas las aprovecho igualmente parte dar por lo menos un paseo.
      ¡Un saludo!

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