lunes, 20 de octubre de 2014

Un fin de semana en Ronda



A veces no hace falta irse muy lejos, ni sufrir horas de espera en un aeropuerto para ver sitios verdaderamente únicos. En ocasiones, una escapada corta a la vuelta de la esquina nos permite descubrir lugares con un encanto particular que los turistas de fuera suelen admirar, y que uno, por el hecho de tenerlos al lado y pensar que en cualquier momento puede acercarse, nunca acaba de darles la prioridad que se merecen.

Eso es exactamente lo que me ocurrió a mí con Ronda, que a pesar de vivir bastante cerca, tardé casi dos años en visitarla, y sé que es casi un delito. Afortunadamente, la pasada primavera Anny decidió poner fin a este sinsentido planificando una escapada a Ronda un fin de semana bajo la excusa de dar un paseo y hacer una visita a unas bodegas.

Para quien no la conozca, Ronda es una ciudad ubicada en la serranía interior de la provincia de Málaga, y se encuentra a unos escasos 100 km de Málaga capital o a unos 60 km de Marbella y es fácilmente accesible por coche, autobús y tren. La ciudad tiene una larga y variada historia, y en sus calles se pueden observar vestigios de la civilización romana (recibió el título de ciudad en la época de Julio César) y árabe (fue capital de la provincia Takurunna en el reino visigodo) y aún se puede apreciar la arquitectura medieval en sus calles.

El viaje en coche a Ronda desde San Pedro de Alcántara nos llevó desde la costa hasta una cota de 750 metros sobre el nivel del mar en la sierra en poco menos de una hora. Como muchos sabréis, la ciudad se encuentra en la cima de una meseta, y está dividida en dos por un cañón conocido como "el Tajo", formado gracias a la erosión del río Guadalevín sobre la roca. Precisamente, el icono por excelencia de la ciudad es el (mal)llamado puente Nuevo, que se construyó en el siglo XVIII para salvar el tajo y conectar así las dos partes más altas de la ciudad. Para obtener las mejores vistas del puente hay seguir una vereda empedrada que baja desde la plaza María Auxiliadora, en la zona sur del puente, donde tras unos 7 minutos de descenso (llevad calzado cómodo) se puede ver el Tajo, el río y el puente tal y como aparecen en la foto que encabeza esta entrada.

Río Guadalevín en la parte baja del Tajo
Vista del Puente Nuevo y del Tajo desde la parte alta

De vuelta en la parte alta, justo después de cruzar el puente, en la parte norte de la ciudad se encuentra la plaza de toros de Ronda que data de 1572 y que es una de las plazas de toros más antiguas que existe, sólo por su antigüedad merece la pena verla.

Plaza de Toros
Plaza de Toros
Además del puente y la plaza de toros, Ronda es una ciudad que se disfruta y se descubre paseándose por ella. Así que recomiendo que al igual que nosotros, os perdáis por sus calles adoquinadas mientras descubrís su arquitectura típica, y en el camino os podréis topar con la colegiata de Santa María la Mayor (levantada sobre la antigua mezquita) o el palacio del rey moro con sus jardines, y en la parte más baja de la ciudad, casi a ras del río, se encuentran las ruinas de los baños árabes.


Callejuela típica
Una de las puertas cercana al palacio del Rey Moro

Colegiata de Santa María la Mayor
Os dejo la recomendación de un hotel que quizás no sea el mas barato de Ronda, pero sin duda es el más pintoresco y peculiar. Se trata del hotel Enfrente Arte, ubicado en la calle Real (cerca de la fuente de los ocho caños), donde parte de la decoración la han realizado reciclando distintos objetos, y el ambiente tanto de las habitaciones como de las áreas comunes es bastante bohemio.

Detalle de la recepción del hotel

El precio de la habitación incluye el desayuno y un open bar durante todo el día de cerveza, soft drinks y vinos; cuando estuvimos nosotros tenían el Chardonnay 2013 de Descalzos Viejos que es muy recomendable. Además, se pueden aprovechar todas las áreas comunes, que incluyen un salón con chimenea, varias terrazas, una piscina un tanto ecléctica y un pequeño jardín tropical con charcas que tienen peces "Doctor Fish" para que metas los pies y te hagan una especie de peeling (aparentemente esto se llama Ictioterapia). Sin duda es un hotel alternativo y muy poco convencional añadió un plus a nuestra escapada a Ronda.

Ictioterapia

Terraza

Si estáis interesados en el mundo del vino, Ronda tiene distintas bodegas modestas en cuanto a volumen de producción pero de buena calidad, echad un ojo esta ruta enoturística si os interesa.

Para terminar sólo me queda recomendar que visitéis cualquiera de los balcones y miradores que hay alrededor del puente nuevo para que podáis apreciar las tremendas vistas de la sierra de Ronda que ofrecen.

Vista del Tajo

¡Un saludo!

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