En nuestro recorrido por la costa oeste de los EE.UU. teníamos en mente cubrir parte de California y Nevada, sin embargo, cada vez que veíamos el mapa no podíamos evitar desviar la mirada un poco hacia el este y ver relativamente cerca a uno de los monumentos naturales más famosos de EE.UU. y una maravilla geológica reconocida a nivel mundial: El Gran Cañón.
Así pues, aprovechamos el final de nuestra estancia en Las Vegas para hacer una escapada al parque nacional del Gran Cañón. Tras un madrugón considerable (para la mayoría de las personas la noche aún no había acabado), nos dispusimos a pillar carretera y adentrarnos en el oeste profundo.
Williams, AZ. Pueblo de la Ruta 66 |
Desde Las Vegas, la opción más cercana para ver el Gran Cañón se encuentra a un par de horas de viaje en coche y es lo que se conoce como West Grand Canyon en la reserva Hualapai, sin embargo, muchos argumentan que esto en realidad es un truco de marketing de los indios Hualapai para atraer turistas de Las Vegas hacia su reserva natural (previo pago de acceso), ya que si bien se pueden ver cañones del río Colorado, no se trata del Gran Cañón y las vistas no son tan espectaculares. Como nos habíamos mentalizado a meternos una paliza de carretera ida y vuelta ese día decidimos tirar la casa por la ventana e ir al Borde Sur del Gran Cañón (esto sí ya es parte del parque nacional) y echar 4 horas y media de carretera con cambio de huso horario incluido.
A lo largo del camino, la carretera se cruza con el trazado de la clásica Ruta 66 a lo largo de varios pueblos (ya dedicaremos una entrada a la Ruta 66 más adelante). Poco después de pasar el poblado de Tusayan, se encuentra el peaje de entrada al parque nacional del Gran Cañón, donde tras pagar 30$ por vehículo, te dan un pase de tres días para el vehículo y todos sus ocupantes y unos mapas del parque. Una vez dentro hay varios aparcamientos para los vehículos y hay autobuses gratuitos a disposición de los visitantes para recorrer los distintos miradores y puntos de interés que hay a lo largo del borde sur del cañón.
Peaje de entrada al parque nacional del Gran Cañón por el borde sur |
Mather Point |
Todos hemos visto imágenes del gran cañón alguna vez, y aunque suene a tópico, verlo en persona sigue impresionando. Con alrededor de 6 millones de años de antigüedad y producto de la erosión de las diferentes glaciaciones y del río Colorado, ver las gargantas y riscos de más de 2000 metros de altura alrededor de la rivera del río y apreciar los distintos estratos de roca que sirven de testigo cronológico es todo un espectáculo.
El resto del día lo dedicamos a pasear por los distintos miradores y a hacer recorridos por los algunos de los senderos que hay en el borde sur. En los mapas que te dan con la entrada se pueden consultar las distintas rutas de autobús, la ubicación de los miradores, los caminos y los servicios. Si se cuenta con poco tiempo, como era nuestro caso, es recomendable hacer el Kaibab Trail Route y usar la línea de autobuses verde para moverse por esta ruta.
Otra vista desde Mather Point |
Desafiando el vértigo |
Pipe Creek Vista |
En el extremo oeste de la Kaibab Trail Route se encuentra un centro de información del visitante, cerca del cual se encuentra el punto Yavapai, que aunque está fuera de la ruta merece una visita por el museo geológico que explica la historia de la formación del cañón a lo largo de los años.
Yavapai (Sí, ese que saluda soy yo) |
Museo geológico Yavapai |
Tras la visita al museo y contemplar el atardecer con la sombra del borde sur cubriendo el borde norte del cañón, regresamos al punto de partida y dimos por concluida nuestra breve pero intensa visita al Gran Cañón y nos dispusimos a desandar parte del camino hecho esa misma mañana esquivando el estado de Nevada y volviendo a California. Tras 6 horas de camino y muertos de cansancio, paramos para dormir en un hotel de carretera en Barstow, otro pueblo de la Ruta 66 del que hablaremos en más adelante.
Atardecer: El borde sur haciendo sombra sobre el borde norte |
Antes de concluir esta entrada sólo queremos resaltar que si bien es posible hacer la ruta desde Las Vegas hasta el borde sur del Gran cañón en un mismo día de ida y vuelta, es una verdadera paliza y después de haber madrugado y haber estado haciendo un poco de trekking por el Gran Cañón, conducir a la vuelta se hace muy pesado; nuestra recomendación sería dedicar por lo menos un par de días para la visita al Gran Cañón, aprovechando que la entrada da acceso al parque nacional durante 3 días consecutivos.
Have a good trip!
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